La Bastilla era una fortaleza situada en París, capital de Francia. Comenzó a construirse en el año 1370, durante el reinado de Carlos V, el Sabio (en francés Charles V le Sage) y se completó doce años después, en 1382.
En el siglo XV, fue transformado por la monarquía francesa en una prisión estatal, es decir, un lugar para los prisioneros contrarios al sistema o representantes de amenaza al poder absolutistas de los reyes.
Se convirtió en un símbolo del absolutismo francés, con varios intelectuales y políticos detenidos entre sus cárceles. Entre los presos más famosos se incluyen Michel Bassompierre, Foucquet, el misterioso hombre de la máscara de hierro, el duque de Orleans, Voltaire, Latude, entre otros.
Durante la Revolución francesa (1789) fue atacada y tomada por los revolucionarios, el 14 de julio. Los presos políticos fueron liberados. La caída de la Bastilla se convirtió en un hito y un símbolo de la caída de la monarquía francesa. Entre ellos, el 14 de julio ha sido elegido por los franceses como una fiesta nacional y la fecha de celebración de la Revolución francesa.