La basura orgánica es cualquier desperdicio de origen vegetal o animal, es decir, toda basura originaria de un ser viviente. Este tipo de basura se produce en casas, escuelas, empresas y por la naturaleza.
Ejemplos
Podemos citar como ejemplos de residuos orgánicos: restos de alimentos orgánicos (carnes, verduras, frutas, cáscaras de huevo), papel, madera, huesos y semillas.
Tratamiento
Este tipo de basura debe tratarse con suma precaución porque puede generar consecuencias no deseadas para los seres humanos, tales como olores, desarrollo de bacterias y hongos, aparición de ratas e insectos. En estos casos, pueden surgir diversas enfermedades por la contaminación de suelos y aguas.
En el proceso de la descomposición de residuos orgánicos (putrefacción), se origina un líquido viscoso con olor fuerte y desagradable. Resulta también un elemento que puede causar contaminación del suelo y el agua (ríos, lagos, aguas subterráneas).
Vertederos
Los desechos orgánicos deben ser depositados en los vertederos, siguiendo todas las normas de eliminación de basura y saneamiento. La población también puede contribuir al tratamiento de estos residuos, favoreciendo la recogida selectiva de residuos y el reciclaje.
Basura como una fuente de energía
Esta clase de basura puede también ser utilizada para la producción de energía (biogás), porque en su proceso de descomposición se genera gas metano. Otro uso de los residuos orgánicos es la producción de abono orgánico, ampliamente utilizado en la agricultura, a través del proceso de compostaje.