A priori es una expresión utilizada para referirse a un principio antes de la experiencia. A priori es una locución de origen etimológico de la lengua latina, que no está en el diccionario de la lengua española, pero a menudo se utiliza para indicar ‘qué viene antes’. Por ejemplo, sobre la victoria en las elecciones generales, a priori, no es posible sacar conclusiones.
A diferencia de ‘a priori’, la frase en latín ‘a posteriori’, hace referencia a un razonamiento en que se remonta desde el efecto a la causa.
A priori, en la filosofía
En la filosofía, la locución ‘a priori’ se refiere a un conocimiento sin depender de la experiencia adquirida por deducción.
La investigación del hombre alrededor del conocimiento es antigua. Diversas teorías filosóficas intentaron desvendar los problemas.
Para René Descartes, la razón se plantea como una facultad independiente de la experiencia, como un conocimiento innato, donde se limita a un juicio puramente analítico. De ahí su frase, ‘Pienso, luego existo’.
El racionalismo acepta la existencia de verdades innatas y la verdad ‘a priori’. Immanuel Kant sostuvo una síntesis del racionalismo y el empirismo, al mantener como referencia de todo el conocimiento dado en la experiencia y al afirmar al mismo tiempo la existencia de formas ‘a priori’.
En el libro ‘Crítica de la razón pura’, Kant estableció el carácter ‘a priori’ del juicio estético, definiendo lo bello como una finalidad sin fin y llamando estética trascendental a la ciencia de todos los principios ‘a priori’ de la sensibilidad.