Día del Trabajo, Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo es una fiesta internacional celebrada el día 1 de mayo en numerosos países, siendo festivo en España y en otros países. En el calendario litúrgico se celebra en memoria a San José, santo patrón de los trabajadores.
Historia – 1 de Mayo
En 1886, se realizó una manifestación de trabajadores en las calles de Chicago en los Estados Unidos. Esta huelga fue pensada para reclamar la reducción de la jornada laboral a 8 horas por día y contó con la participación de miles de personas. Ese día se inició una huelga general en los Estados Unidos.
El día 3 de mayo hubo un pequeño levantamiento social que terminó en una refriega con la policía y con la muerte de tres manifestantes. Al día siguiente, 4 de mayo, una nueva manifestación se organizó como protesta por los acontecimientos de los días anteriores, después de haber terminado con el lanzamiento de una bomba por desconocidos cuando los policías empezaron a dispersar a los manifestantes, matando a un oficial y resultando en la muerte de siete civiles. La policía abrió fuego sobre la multitud, acabando con la vida de doce personas e hiriendo a decenas. En el transcurso de los eventos, cinco sindicalistas fueron condenados a muerte y tres condenados a cadena perpetua. Estos acontecimientos pasaron a ser conocidos como la Revuelta de Haymarket.
Tres años más tarde, el 20 de junio de 1889, la segunda reunión de la Internacional Socialista en París decidió por propuesta convocar anualmente una manifestación con el objetivo de luchar por las 8 horas de trabajo diario. La fecha escogida fue el 1 de mayo, como homenaje a las luchas sindicales de Chicago. El 1 de mayo de 1891 una manifestación en el norte de Francia es dispersada por la policía resultando en la muerte de diez manifestantes. Ese nuevo drama sirve para reforzar el día como un día de lucha de los trabajadores y meses después la Internacional Socialista de Bruselas proclama ese día como día internacional de reivindicación de condiciones laborales.
El 23 de abril de 1919 el Senado francés ratifica la jornada de 8 horas y proclama que el día 1 de mayo como festivo. En 1920 la Unión Soviética adopta el día como una fiesta nacional, y este ejemplo es seguido por muchos otros países.
Aunque hoy en día los estadounidenses se niegan a reconocer esta fecha como Día del Trabajador, en 1890 la lucha de los trabajadores estadounidenses consiguió que el Congreso aprobase que la jornada laboral se redujera de 16 a 8 horas diarias.