El plancton (del griego ‘plágchton’ errante) se compone de los organismos que no pueden mantener su distribución, independientemente de movimiento de las masas de agua. Se compone básicamente de microalgas (fitoplancton), animales (zooplancton), protistas (protozooplancton) y organismos procariontes autótrofos y heterótrofos (bacterioplancton). Los organismos planctónicos son generalmente microscópicos, aunque otros pueden alcanzar tamaños mayores.
El fitoplancton es el conjunto de organismos microscópicos fotosintéticos adaptado para pasar parte o todo el tiempo de su vida en suspensión en aguas oceánicas o continentales. Este grupo de animales tienen capacidad fotosintética y viven dispersos fluctuando en la columna de agua.
El zooplancton abarca la porción animal (metazoarios) del plancton. Los más numerosos son los crustáceos y dentro de ellos, principalmente, los copépodos. Sin embargo, prácticamente todos los filos de invertebrados marinos están representados en el zooplancton, al menos durante alguna etapa del ciclo de la vida. El zooplancton puede ser dividido en dos grupos básicos: el holoplancton (aquellos que pasan todo el ciclo de vida en el plancton) y el meroplancton (huevos, larvas y animales en fases tempranas).