Dos especímenes de cnidarios en cautividad © Luc Viatour
El filo Cnidaria engloba los animales acuáticos, diblásticos, con simetría radial en forma de pólipo o medusa, con una extremidad del cuerpo exhibiendo una boca rodeada por tentáculos, sirviendo con única abertura comunicante con la cavidad intestinal (gastrovascular).
Características anatómicas y fisiológicas de los cnidarios
La digestión de los cnidarios es incompleta, no existiendo el ano. El alimento que penetra por la boca queda almacenado en la cavidad gastrovascular, sufriendo acción de enzimas digestivas. Después del procesamiento enzimático, las partículas alimentarias son absorbidas por las células que revisten la cavidad, distribuyendo los nutrientes por difusión, implicando en un sistema circulatorio ausente. El contenido no absorbido es entonces gradualmente eliminado, saliendo por la boca.
Este cuerpo con estructuración corporal tan simplificada, tampoco posee un sistema circulatorio. Los intercambios gaseosos ocurren directamente entre las células y el ambiente, siendo los gases disueltos en medio fluido. De la misma forma responde el sistema excreto, lanzando los residuos formados por el metabolismo celular para el medio extracelular.
Con respecto al sistema nervioso, estos seres vivos poseen una red de cordones difusos, responsables por captar estímulos a través de las células epiteliales, promoviendo contracción o relajación. Presentan células de defensa, los cnidoblastos (que liberan sustancias urticantes), esparcidas en su superficie.
En cuanto a la reproducción, algunas especies se desarrollan asexualmente a partir del florecimiento, mientras otras manifiestan alternación de generación: sexual (medusas) y asexual (pólipos).
Principales clases: hidrozoos (pólipos de hydras), escifozoos (medusas) y antozoos (anémonas y corales).