La literatura de los pueblos de lengua árabe es uno de los principales vehículos de la civilización islámica. La literatura árabe clásica surgió de reflexiones religiosas y académicas.
Lo más destacado de la literatura árabe es el Corán, el libro que los musulmanes juzgan revelado por Dios a su profeta Mahoma en el siglo VII, y que es venerado en todo el mundo.
Literatura árabe en la Edad Media
Desde la Edad Media, se conservan centenares de odas y poemas compuestos un siglo antes de la época del profeta. Entre los autores más destacados podemos mencionar al-Asha, Amr ibn-Kultum y Imru-al-Qays. Los manuscritos árabes de Al-Hamasa de Abu Tammam y Al-Maqamat de al-Hariri son importantes obras poéticas.
La poesía siguió prosperando bajo la dinastía Omeya (661-750) con poetas como Jarir y al-Farazdaq. El poeta del siglo X, Al-Mutanabbi es considerado como el último de los grandes poetas árabes.
Las primeras obras en prosa que han sobrevivido, como el pre-islámico Aiyam al-Arab, son historias que celebran las guerras tribales. Ibn Ishaq escribió una biografía del Profeta.
Gracias a las academias, el pensamiento filosófico islámico se vio estimulado por el estudio de los antiguos filósofos griegos, en los siglos XII y XIII. El sufismo islámico se expresa a través de la poesía de Ibn al-Farid and Ibn al- ‘Arabi y en los escritos iluminados de los Hermanos de la Pureza. Los grandes filósofos medievales influyeron en el desarrollo de la escolástica. El más destacado fue Averroes (Ibn Rusd), Avicena (Ibn Sina) y Al-Ghazali.
La literatura popular, consistente en narraciones de contadores de historias, forman una tradición oral todavía viva en esta parte del mundo. Los héroes de la antigüedad y el famoso califa del siglo VIII Harun al-Rashid se convirtieron en protagonistas de cuentos como Las Mil y Una Noches. Los famosos Maqamat famosa (Saraus) del poeta Al-Hamadani y las Maqamat del escritor al-Harir fueron creadas tanto para educar como para entretener.
Literatura árabe en la Edad Moderna
Uno de los escritores más apreciados de nuestro tiempo es el novelista, dramaturgo y escritor Naguib Mahfuz, Premio Nobel en 1988. La novela también está representada por Hussain Heikal, la poesía de Shauqi y A. Z. Abushady; los cuentos de Mahmud Taimur y el ensayo literario y filosófico por Taha Hussein. Tawfiq al-Hakim y Salama Musa y otros han adoptado una literatura más occidentalizada. La poesía del Profeta, de Kahlil Gibran, se lee en todo el mundo.
Literatura árabe andaluza
Con la introducción de la poesía árabe en la naciente cultura arábigo-andaluza, prosperaron eruditos y recopiladores y Ibn Abd Rabbini (860-940), Abu al-Qali (901-967), Ibn Bassam de Santarem (-1147) y Ibn Said Al Magribi. Autores autónomos importantes fueron de Yahya al-Hakam al-Bakri (-864) Y Abd al-Malik (796-852), que fue el primer historiador andaluz.
Abd al-Rahman III se rodeó de poetas y eruditos para conseguir una conciencia nacional. Así surgió la escuela poética de Sevilla –inclinados a amar la poesía y la lírica –y, en Córdoba, más orientados a lo intelectual y filosófico. Durante el reinado de Al-Hakam, sobresalió el gran poeta Ibn Hani de Elvira (-972) y aparecieron obras como el Libro de los jardines, una antología de poetas arábigo-andaluces.
Después de los reinos de taifas, las letras árabes-andaluces alcanzaron un gran desarrollo. En Sevilla se destacó al-Mutadid y, en Córdoba, Ibn Hazm (944-1064), autor de El collar de la paloma.
Las grandes figuras en las composiciones líricas de la dinastía almorávide eran Ibn Quzman (1078-1160), Ibn Hafaga de Alcira (-1134) y Ibn al-Zaqqah.
Con los almorávides se desarrolló una literatura filosófica en la que destacaron los mencionados Averroes y Ibn Arabi, la figura más representativa del sufismo árabe-español.