La Conspiración de la Pólvora fue un intento fallido por un grupo de católicos provinciales ingleses de asesinar al rey Jaime I de Inglaterra, de su familia y de la mayor parte de la aristocracia protestante en un único ataque durante la ceremonia de apertura del Parlamento británico.
El objetivo era explotar el parlamento inglés durante una sesión donde estarían presentes el rey y todos los legisladores utilizando 36 barriles de pólvora. Guy Fawkes, especialista en explosivos, sería responsable de la detonación de la pólvora. Los conspiradores, católicos insatisfechos liderados por Robert Catesby, también planearon el secuestro de un niño de la realeza, no presente en el Parlamento, e incitar una revuelta en Midlands.
Esta conspiración fue un intento sin éxito, entre otros muchos, contra Jaime I, seguido de la Conspiración principal y la Conspiración del adiós, de 1603. Muchos creen que la Conspiración de la Pólvora fue parte de la Contrarreforma.
Cada año, en el día 5 de noviembre, personas en el Reino Unido, Nueva Zelanda, África del Sur y otros territorios, celebran el intento fallido de conspiración.
Historia
Los conspiradores estaban enojados con el rey Jaime I, que no concedía igualdad de derechos a los católicos y a los protestantes. La conspiración comenzaría cuando la hija de nueve años de Jaime I se declararía jefe de estado católica. Fue planeada en mayo de 1604, por Robert Catesby. Otros conspiradores fueron Thomas Winter, Robert Winter, Christopher Wright, Thomas Percy , John Wright, Ambrose Rokewood, Robert Keyes, Sir Everard Digby, Francis Tresham y el criado de Catesby, Thomas Bates. El responsible de los explosivos sería un especialista, llamado Guy Fawkes, que sería presentado a Catesby por Hugh Owen.
En marzo de 1605, se colocaron 36 barriles de pólvora, contenido 1800 libras de material explosivo. Como los conspiradores notaron que el acto podría llevar a la muerte de diversos inocentes y defensores de la causa católica, enviaron avisos para que algunos mantuvieran las distancias del parlamento durante el día del ataque. Para infelicidad de los conspiradores uno de los avisos llegó a oídos del rey.
Así, finalmente hallaron a Guy Fawkes guardando la pólvora. Él terminó preso y torturando, revelando el nombre de los otros conspiradores. Los otros nombres revelados por Guy Fawkes acabaron siendo ejecutados. Aún a día de hoy el rey o la reina van hasta el parlamento una vez al año para una sesión especial, siendo mantenida la tradición de explorar el subterráneo del edificio antes del inicio de la sesión.