El concepto biosfera fue creado por el austriaco geólogo Eduard Suess en 1857. Hacía referencia a una parte del planeta habitada por seres vivos. La biosfera es a menudo llamada la «esfera de la vida», siendo agrupación de todos los ecosistemas existentes en el mundo.
Entre los diversos planetas del sistema solar, hoy se conoce que sólo la Tierra tiene las condiciones viables para la proliferación de la vida. Un factor clave en favor del mantenimiento de la vida está relacionado con la temperatura media, que es de alrededor de 15°C, característica muy diferente de otros planetas, por ejemplo, Mercurio (179°C) y Venus (482°C), que son temperaturas muy perjudiciales para la propagación de la vida como es conocida.
En general, los planetas del sistema solar tienen temperaturas muy altas o muy bajas, haciendo difícil su habitabilidad. En el planeta Tierra, más allá de la temperatura óptima para la existencia de la vida, también hay elementos esenciales como el agua y el oxígeno.
La biosfera es la vida doméstica, y también las relaciones entre los seres vivos, incluyendo incluso la misma interacción con los elementos naturales, como el aire, la energía solar, el clima, el agua, entre otros.
La «esfera de la vida» (biosfera) consta de tres partes esenciales para la vida en el planeta, que son: la hidrosfera (el agua contenida en el planeta: océanos, mares, ríos, lagos, agua subterránea), la atmósfera (parte constituye de gases que rodea la Tierra) y la litosfera (corresponde a la delgada capa superior o corteza del planeta, en el que vivimos, junto con los otros seres vivos).