Junto a muchas otras grandes invenciones de la historia, el helicóptero nació de la contribución de varios estudiosos. La pista más alejada de la idea detrás de este medio de transporte ha sido encontrada en China en el año 400 a.C.: una especie de objeto hecho con plumas que, girado rápidamente con el apoyo de las manos, era capaz de volar durante cierto tiempo. Este artefacto es bastante parecido con un conocido juguete de la década de 1990.
Sin embargo, podemos decir que la base científica, es decir, los principios básicos del funcionamiento del helicóptero, son acreditados al genio Leonardo da Vinci. Concebido en 1483, su giroscopio aéreo era compuesto por una gran asa giratoria unida a una plataforma. La máquina esbozada funcionaría a partir del movimiento rápido esas esas hecho por la persona que sería transportada dentro de la plataforma.
Aunque el italiano haya trazado la base para la creación del helicóptero, la teoría detrás del invento permaneció olvidada durante varios siglos, siendo recordada únicamente después de la creación del avión, al inicio del siglo XX. Pese a todo, no se puede negar que los grandes descubrimientos científicos realizados a lo largo de los años facilitaron directa o indirectamente para la futura concepción de este nuevo medio de transporte.
El primer helicóptero que presentó un resultado satisfactorio fue capaz de elevarse a 20 metros de altura, aunque su duelo durase solo algunos segundos. Ese mérito es reconocido al francés Paul Cornu, en 1907. El mismo invento poseía dos grandes rotores que giraban en sentido contrario, unidos por medio de correas que garantizaban un giro de gran velocidad. Era el inicio de un nuevo y revolucionario invento.