El químico francés Henry Louis Le Chatelier (1850-1936) fue un ingeniero químico y metalúrgico, y divulgó la relación de la química con la industria. En 1884, había enunciado una generalización (sobre el comportamiento de sistemas en equilibrio al ser perturbados) que era simple, pero de gran alcance. Fue llamado de Principio de Le Chatelier y puede ser descrito así:
‘Cuando se aplica una fuerza en un sistema en equilibrio, él tiende a reajustarse buscando disminuir los efectos de esa fuerza’.
Este principio demuestra que cuando cambiamos un sistema en equilibrio, él buscará adquirir un nuevo estado que anule esa perturbación. De esa forma, hay un desplazamiento del equilibrio, es decir, una búsqueda por una nueva situación de equilibrio, favoreciendo uno de los sentidos de la reacción. Si favorece la reacción directa, con formación de más producto, decimos que el equilibrio se desplazó para la derecha. Mientras, es dicho que se desplazó para la izquierda si fue favorecida la reacción inversa, con formación de reactivos.
Hay tres factores que causan estos cambios, que son: concentración, presión y temperatura. Examinemos brevemente cada uno de ellos:
1. Concentración: si, en una reacción en equilibrio, con temperatura constante, aumentamos la concentración de uno, o de todos los reactivos, la reacción será desplazada en el sentido directo, pues para entrar en un nuevo equilibrio, el sistema tendrá que generar más productos. Lo contrario también ocurre: si aumentamos la concentración de los productos la reacción se desplazará en el sentido inverso, proveyendo más reactivos.
2. Presión: si aumentamos la presión de una reacción gaseosa en equilibrio, sin alterar la temperatura, ocurrirá una contracción del volumen. Por tanto, el equilibrio se desplazará en el sentido del menor volumen, es decir, que posee menos cantidad de materia en mol. Ya si disminuimos la presión, el volumen de los gases se expandirá, desplazando el equilibrio en el sentido de la reacción con mayor volumen (mayor número de mol).
3. Temperatura: si aumentamos la temperatura, el equilibrio será desplazado en el sentido de la reacción endotérmica (reacción que absorbe calor). Si disminuimos la temperatura, el equilibrio será desplazado en el sentido de la reacción exotérmica (reacción que libera calor).
