El agua ocupa la mayor parte del planeta. Basta echar un vistazo en globo terrestre para percibir la abundancia de agua en la Tierra.
El agua se compone de dos elementos químicos: el oxígeno y el hidrógeno. Para cada átomo de oxígeno, presenta dos hidrógenos y, por tanto, se representa con la fórmula H2O.
El agua es la sustancia más copiosa en el planeta. Se encuentra en los océanos, en el hielo, en los ríos, en los lagos, en la lluvia, en el aire que respiramos, en el suelo y debajo de él (en el agua subterránea).
Además, estos lugares, el agua también está presente en nuestro cuerpo y la constitución de otros seres vivos. El agua corresponde, aproximadamente, al 60% del cuerpo humano; y al 94% del tomate.
El agua es una sustancia muy importante para la vida, pues todos los seres vivos necesitan de ella para vivir. Sin ella, para empezar, las plantas y las algas no existirían. Imagina qué ser de los humanos sin el oxígeno que tales organismos son capaces de ofrecer.
El agua también es necesaria para la hidratación y funcionamiento de nuestro organismo, preparación de alimentos, limpieza del cuerpo, lavado de ropa, higiene en los lugares donde vivimos, etc. Además, es muy usada en la industria, incluso en la fabricación de medicamentos y objetos. Las centrales hidroeléctricas también usan el agua para generar electricidad, que llega a nuestros hogares.
Aunque se encuentra en muchos lugares, sólo una pequeña porción de agua disponible para los seres humanos y otros seres vivos es potable. Sólo para dar una idea, si toda el agua en el mundo se encontrara en una botella de un litro, sólo una gota de ella podría ser utilizada para nuestra hidratación, es decir, para beber. Esto se debe en gran parte porque gran parte de ella se encuentra en los océanos o está congelada.
Además de existir una pequeña cantidad de agua dulce disponible, ella ha sido desperdiciada y contaminada por las aguas residuales, pesticidas y basura, disminuyendo su oferta para los seres humanos, animales, plantas y otros seres vivos. Algunos estudiosos relatan en sus estudios y libros que el agua, sin ser contaminada, puede acabar provocando grandes estragos.
Así, es necesario crear conciencia de la importancia de un buen cuidado de este recurso valioso. Evitando el desperdicio de agua, cada persona está contribuyendo a su futura preservación en el planeta. Estos son algunos consejos:
- No dejar el grifo abierto mientras te cepillas los dientes.
- No te olvides de apretar la llave de agua.
- El agua utilizada en el último aclarado durante el levado de platos puede usarse para otros fines.
- Si no es necesario, ducharse en lugar de bañarse.
- Reutilizar el agua de los acuarios y la cocción de los huevos y las verduras, por ejemplo, para regar las plantas del jardín.
- Reparar averías de grifos y cañerías para evitar el goteo de grifos.