Desde las observaciones de Edwin Hubble (1889-1953) hasta las más recientes observaciones desde el telescopio espacial Hubble de las galaxias distantes, el conocimiento sobre la estructura del Universo ha evolucionado mucho. Entre otros asuntos, permitieron conocer que las galaxias no se distribuyen aleatoriamente en el espacio (demostrado por primera vez por Jan Hendrik Oort) sino que al contrario se agrupan en estructuran mayores llamadas cúmulos galácticos.
Los cúmulos de galaxias, grupos o agrupaciones galácticas son una de las mayores estructuras del Universo. En estas innumerables galaxias interactúan gravitacionalmente unas con otras, chocando muchas veces entre sí pero normalmente estando en equilibrio a una cierta distancia.
Más tarde, cuando el descubrimiento ya fue asimilado por la comunidad científica, se creía que los cúmulos de galaxias eran las estructuras más grandes del Universo que podían ser encontrados. Sin embargo, en 1953 se descubrieron los superaglomerados de galaxias o aglomerados de aglomerados de galaxias, estructuras aún mayores del Universo.
Estas estructuras generalmente se denominan supercúmulos de galaxias. Una de las más impresionantes agrupaciones es el Aglomerado de Abel, formado por millones de galaxias aparentemente infinitas.
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, es parte de un grupo, llamado Grupo Local, con unas cuarenta galaxias denominado grupo local.
De nuestro enjambre de galaxias forman parte, entre otras, además de la Vía Láctea y su vecina Andrómeda, la Gran Nube de Magallanes, la Pequeña Nube de Magallanes y la galaxia Sagitario, una galaxia enana irregular, que actualmente está siendo absorbida por la Vía Láctea.
Las galaxias Vía Láctea y Andrómeda son las más grandes de nuestra agrupación galáctica y se encuentran actualmente en curso de colisión, lo que debería, sin embargo, ocurrir sólo en algunos miles de millones de años, una vez se haya extinguido el Sol.
El grupo local, agrupación de la cual forma parte la Vía Láctea, pertenece al supercúmulo de Virgo.
