Conquistar un buen trabajo es un desafío permanente en la vida de un gran número de profesionales de distintas áreas; por otro lado, encontrar y mantener buenos empleados son tareas difíciles experimentadas diariamente por las empresas contratantes. El capital humano, es decir, el conjunto de personas hábiles y talentosas que trabajan en una empresa es el diferenciador clave de la actualidad.
Agencias, proyectos y sectores de comunicación corporativa dependen de profesionales capacitados, con habilidades plenas para buscar soluciones, expresar correctamente, adecuar problemas, dominar idiomas y creación de contenido y proyectos que faciliten la comunicación corporativa interna de la empresa y de la comunicación con el público externo. Buenos redactores y profesionales con alto nivel de creatividad son constantemente buscados.
Ingenieros competentes que sepan proyectar y acertar en los cálculos de construcciones de diferentes sectores; médicos capaces de diagnosticar enfermedades y de tratarlas siguiendo los mejores métodos; administradores que puedan ayudar a la empresa a disminuir costes y a producir aprovechando el máximo dinero disponible, esos son los principales ejemplos de profesionales deseables por las corporaciones públicas y privadas.
Además de encontrar un buen administrativo o un gran arquitecto, la empresa, después de reclutar y contratar, debe tener la capacidad de mantener el profesional, especialmente sabiendo distribuir las tareas entre los empleados, saber valorar y recompensar las habilidades del profesional de gran dedicación. La frase ‘no hizo nada más que su obligación’ está cayendo en desuso en una sociedad que se siente fácilmente penalizada cuando se equivoca y poco premiada cuando acierta y supera los resultados esperados.
En un entorno cómodo y compartido con respeto, la empresa necesita estimular a sus empleados y colaboradores, ofrecer capacitación, cursos de mejora y políticas de bonificación.