La sistemática es la ciencia dedicada a estudiar y documentar la biodiversidad y entender las relaciones filogenéticas entre organismos. Incluye taxonomía (ciencia del descubrimiento, descripción y clasificación de las especies y grupos de especies, con sus reglas y principios) y la filogenia (relaciones evolutivas entre organismos). En general, se dice que comprende la clasificación de los diversos organismos vivos. En biología, los sistemáticos son científicos que clasifican a las especies de otros grupos taxonómicos para definir cómo se relacionan evolutivamente.
El propósito de la clasificación de los seres vivos, llamado taxonomía, fue inicialmente para organizar las plantas y animales conocidos en categorías que pudiesen ser referidas. Más tarde comenzó la clasificación en base a las relaciones evolutivas entre los organismos, organización más natural que la basada apenas en características externas. Para eso se utilizan también características ecológicas, fisiológicas y todas las otras que estuvieran disponibles para los taxones que recibe el nombre de sistemática. En los últimos años ha habido intentos de clasificaciones basadas en el genoma, con grandes avances en algunas áreas, especialmente aquellas próximas a la biología.
La clasificación de los seres vivos es parte de la ciencia sistemática que estudia las relaciones entre los organismos, y que incluye la recolección, preservación y estudio de muestras y análisis de datos procedentes de diversas áreas de la investigación biológica.
El primer sistema de clasificación fue desarrollado por Aristóteles en el siglo IV a.C. que ordenó a los animales por tipo de reproducción y por la presencia o ausencia de sangre roja. Su discípulo, Teofrasto, clasificó las plantas por su uso y forma de cultivo.
En los siglos XVII y XVIII, los botánicos y zoólogos comenzaron a delinear el sistema de clasificación actual basado en características anatómicas. Sin embargo, como la existencia de un ancestro común puede ser la causa de las semejanzas, ese sistema demostró aproximarse a la naturaleza y sigue vigente en la actualidad. La primera obra extensa de categorización de seres vivos fue realizada por Lineo en el año 1758, creando la jerarquía moderna.
A partir de Darwin la evolución llegó a ser considerada como paradigma central de la biología, y con eso evidencias de la paleontología sobre formas ancestrales, y de la embriología sobre similitudes en los primeros estadios de vida. En el siglo XX, la genética y la fisiología se volvieron áreas importantes en la clasificación, incluyendo también la genética molecular en la comparación de códigos genéticos. Programas informáticos son usados en el análisis matemático de los datos.
En febrero de 2005, Edward Osborne Wilson, profesor jubilado de la Universidad de Harvard, acuñó el término biodiversidad y participó en la creación de la sociobiología, al defender un proyecto genoma de la biodiversidad terrestre. Wilson propuso la creación de una base de datos digital con fotos detalladas de todas las especies vivas y la finalización del proyecto Árbol de la vida. EN contraposición a una sistemática basada en la biología celular y molecular, Wilson contempla la necesidad sistemática descriptiva para conservar la biodiversidad.
Desde un punto de vista económico, Wilson, Peter Raven y Dan Brooks indican que la sistemática puede traer conocimientos útiles en biotecnología y en la contención de enfermedades emergentes. Más de la mitad de las especies del planeta son parásitos y la mayoría de ellos todavía son desconocidos.
De acuerdo con la clasificación vigente las especies descritas son agrupadas en géneros. Los géneros son reunidos, si tuvieran alguna característica común, formando una familia. Las familias a su vez se agrupan en un orden. Los órdenes son reunidos en una clase. Las clases de seres vivos se conglomeran en filos. Finalmente, los filos componen los cinco grandes reinos conocidos: Reino Monera, Reino Protista, Reino Fungi, Reino Animal y Reino Plantae.