La invención de la fotografía y, en especial, la fotografía animada fueron momentos decisivos para el desarrollo no solamente de las artes del cine en particular sino también en el campo de la antropología visual. El cine es posible gracias a la invención del cinematógrafo de los hermanos Lumière en el siglo XIX. El 28 de diciembre de 1895, en el metro de la Grand Café de París, se realizó la primera exhibición pública de películas de pago: una serie de diez películas, que duraban entre 40 y 50 segundos cada uno. Las películas más populares exhibidas en este primer evento fueron “La salida de los trabajadores de la fábrica Lumière” y “La llegada del tren en la estación de Ciotat”, cuyo título expresaba bien el contenido. Aunque también hay algunos registros de las proyecciones anteriores de otros inventores (como los hermanos Max y Emil Skladanowsky en Alemania), la sesión es aceptada por la mayoría como el comienzo del nuevo arte . El cine se ha expandido desde entonces, en toda Francia, Europa y los Estados Unidos, por los hermanos Lumière que enviaron cámaras para capturar imagenes de varios países.
Poco después, en las dos primeras décadas del siglo XX, el director estadounidense David W. Griffith, uno de los pioneros de Hollywood, realizó películas que hicieron que él fuera considerado como el gran responsable del desarrollo y consolidación del lenguaje del cien, como arte independiente, a pesar de las polémicas ideológicas en las que se envolvía. Él fue el primero en crear películas en las que el montaje y los movimientos de cámara eran empleados con maestría y, con ello, se estableció los parámetros de hacer cine en adelante.
Como una forma de registrar acontecimientos o de contar historias, el cine es un arte que generalmente se llama el séptimo arte, desde la publicación del Manifiesto de las Siete Artes por el teórico italiano Ricciotto Paja en 1911. Dentro del cine había dos grandes corrientes: el cine de ficción, que recreaba historias imaginarias, y el cine documental, que denunciaba o relataba hechos históricos.
Al grabar imagenes y sonido de la comunicación, el cine es también un medio de comunicación. La industria cinematográfica se ha convertido en un gran negocio en países como la India y los Estados Unidos, respectivamente, los mayores productores de varias películas por año y donde la producción cuenta con un mayor presupuesto, tanto en su mercado interno como en las exportaciones.
La proyección de imagenes en secuencia para crear la ilusión de movimiento debe ser de al menos 16 fotogramas (frames) por segundo, por lo que el cerebro humano no detecta que se trata de imagenes realmente únicas. Desde 1929, junto con la universalidad del cine sonoro, las proyecciones de cine en todo el mundo se estandarizaron a 24 cuadros por segundo.