Considerada como la bebida más consumida en el mundo, y la tercera entre todas las bebidas, por detrás sólo del agua y del té, la cerveza era conocido alrededor de 9500 a.C., es decir, la bebida acompaña a los seres humanos desde sus primeros esfuerzos en constituir las comunidades organizadas y civilizadas.
Es casi un consenso entre los investigadores que la cerveza fue creada por casualidad. Los primeros agricultores cultivaron cebada (materia prima de la cerveza), por lo generan formando parte de la dieta común de los primeros seres humanos sedentarios. Las hipótesis teorizan sobre un hecho fortuito en su descubrimiento: un vaso lleno de cereal fue dejado para entrar en contacto con la lluvia y, después, el proceso de fermentación sucedía de manera rudimentaria, pero lo suficientemente elaborado para que el descubridor de la cebada mojada decidiera probar aquel producto y tuviera interés en repetir el proceso deliberadamente para el consumo de la comunidad.
Pronto, el consumo de cerveza se volvería común entre los pueblos de la antigüedad, con varias referencias en los vestigios dejados por la civilización del Antiguo Egipto. En la civilización egipcia, el consumo de la bebida era habitual por todos los individuos, incluso entre niños. Merece la pena señalar que la cerveza entonces tenía una concentración de alcohol de alrededor del 3%. Frecuentemente, los trabajadores eran reclutados para ejecutar las obras designadas por los faraones y recibían jarras de cerveza como pago de sus servicios.
Con el contacto gradual de Europa con Egipto, la bebida se hizo popular entre los diferentes pueblos del continente y tuvo una variedad de recetas para su composición. En la Edad Media, los monasterios como una forma de recaudar dinero, se convierten en productores de las mejores cervezas de la época, realizando la venta de su producto a las ciudades y ofreciendo la bebida a los viajeros que acudían a los monasterios. De hecho, las más antiguas marcas de cerveza se originan en la producción monástica.
En la revolución industrial emergente, y con la evolución del comercio cada vez más acelerada, surge el problema de cómo evitar que la cerveza se malgaste si no se consumen en el momento adecuado. A pesar de su proceso de pasteurización ya comúnmente relacionados con la leche, el francés Louis Pasteur resolvería el problema, asegurando que la cerveza fuera producida en grandes cantidades.
De hecho, las cervezas producidas en grandes fábricas con maquinaria especial reemplazarán a los cerveceros artesanales, dando las características modernas que la bebida contiene. Es precisamente con el propósito de producir cerveza que las primeras máquinas automáticas y la organización de la línea de producción fue creada por primera vez.
De todos modos, a pesar de toda la tecnología y desarrollo técnico, los ingredientes fundamentales de una de las bebidas más populares en el mundo siguen siendo simples: el agua y la cebada.