El cuerpo humano está compuesto de células. Si nos observáramos en el espejo, lo que estaríamos viendo serían unos 50 billones de células divididas en cerca de 200 tipos diferentes. Nuestros músculos están compuestos de células musculares, el hígado se hace de nuestras células específicas del hígado y llegan a existir células muy concretas para nuestros dientes o para nuestros ojos.
Para entender cómo funciona el cuerpo humano debemos comprender el mecanismo de las células. Todo, desde la reproducción a las infecciones o cómo recuperarse de la rotura de huesos, ocurre siempre a un nivel celular. Si quieres entender nuevos campos de conocimiento como la biotecnología y la ingeniería genética, las células son un pilar básico.
Quien alguna vez leyó artículos o revistas de ciencia a menudo se encuentra con temas constantes relacionados a las células. Algunos términos que encontramos generalmente suelen ser: biotecnología, combinación de genes, genoma humano, ingeniería genética, ADN recombinado, terapia génica, mutaciones de ADN e identificación de individuos por el ADN. El poder de la célula nos acerca a un futuro donde los organismos pueden superar enfermedades o mejorar ciertos aspectos de su propio funcionamiento. La genética está cambiando rápidamente la medicina, la agricultura e incluso el poder judicial. El conocimiento de sus mecanismos nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos en el ciclo vital.
¿Qué es una célula?
Es la unidad fundamental de los seres vivos, o la unidad más pequeña capaz de manifestar las propiedades de un ser vivo. La célula es capaz de sintetizar sus componentes, de crecer y de multiplicarse. Todos los seres vivos están compuestos de esta unidad fundamental, desde las más simples estructuras unicelulares, bacterias y protozoos, hasta las más complejas formas de vida como los seres humanos y plantas. Dentro del mismo individuo las células de diferentes tejidos son diferentes, con ninguna célula típica. Existen diferencias notables entre las células animales y las células vegetales.
Las estructuras sub-celulares (orgánulos) son comunes a muchos tipos de células. Estos orgánulos tienen diferentes funciones, que en total producen las características asociadas con la célula. En la célula animal eucariota existen tres componentes esenciales: membrana, citoplasma y núcleo. La existencia de un núcleo bien diferenciado es la característica principal de la célula eucariota.
Características generales de los seres vivos
Para ser considerado un ser vivo, la forma de vida debe cumplir una serie de requisitos o características:
- Estar constituido de células.
- Buscar energía para su supervivencia.
- Responder a los estímulos del medio ambiente.
- Capacidad de reproducción.
- Capacidad para evolucionar.
Según el número de células pueden ser divididos en:
- Organismos unicelulares: comprende bacterias, cianofíceas, protozoos, algas y levaduras.
- Organismos pluricelulares: el resto de seres vivos.
De acuerdo con la estructura organizativa, las células se dividen en:
- Células procariotas: formas primitivas de célula.
- Células eucariotas: estructuras complejas presentes en la mayor parte de seres vivos.
Estructura celular
Hay dos tipos de células: las células procariotas y las células eucariotas. Las células procariotas fueron las primeras en surgir en la Tierra, son más simples, tiene una estructura básica, carecen de orgánulos y de núcleo. Por otra parte, las células eucariotas, están presentes la mayoría de los organismos vivos, como los protozoos, plantas, hongos y animales.
No hay vida sin células. Estos pequeños compartimentos, limitados por una membrana y lleno de los compuestos químicos acuosos (citoplasma), desempeñan en miniatura todas las funciones vitales. La célula se mueve, crece, responde a los estímulos, se defiende y se reproduce. Para mantener la rutina tan variada, la célula eucariota utiliza para algunas estructuras bien organizadas que se asemejan a un complejo industrial pequeño. Cada estructura, u orgánulos, tienen un propósito o función específica.