Entre los siglos X y XVII, boyardo era la denominación recibida por los miembros de la aristocracia rusa. El origen del nombre proviene de la palabra boiarim, que significa ‘guerrero ‘ o ’primogénito’ en idioma ruso. En el momento de la Rusia feudal, los boyardos fueron los instructores de la casta que detentaba los medios políticos, militares y económicos más altos de las Dumas boyardas, que eran los consejos y asambleas del país.
En la Rusia de Kiev, ellos componían la clase que dominaba las propiedades más extensas, además de controlar la legislación. Incluso después del desplazamiento del centro de las decisiones a Moscú, siguió teniendo una gran influencia. Un ejemplo de boyardo presente en la literatura es el Conde Drácula, del romance de Bram Stoker.
Inicialmente, la Duma Estatal de los boyardos tenía 30 miembros. Con el tiempo, este número ha crecido, llegando a 100 miembros durante el siglo XVII. En ese momento, Rusia se formó por varios principados, que se sostenían con la venta de bienes. En este punto, los boyardos entraban con la protección a los comerciantes. Por ello, podrían disfrutar de muchas ventajas.
Sin embargo, durante la ejecución del cesarismo en Rusia, iniciada por Iván III, la soberanía de los boyardos comienza a disminuir. Esto se debe a una medida que inicia la anexión de los principados, anteriormente autónomos, con el fin de implementar el cesarismo. Con esto, las dumas de los boyardos fueron sometidas a la decisión del zar. Al mismo tiempo, se produjo la creación de inspección a los boyardos con el fin de asegurar que fueran obedientes al monarca.
Durante el reinado de Iván el Terrible, primer monarca en usar el título de zar, surgió la creación un grupo de élite de Rusia en la que los miembros habían permanecido leales al zar, a cambio de poder. Por lo tanto, los boyardos entraron en la fase final de su decadencia cuando Pedro el Grande, primer Emperador del Imperio ruso, cambiaría drásticamente la estructura de la sociedad. Dentro de este contexto, se impone un nuevo sentido de la nobleza que tiene sólo los nobles que servían al ejército o para trabajar en la administración pública. La alimentación principal de los boyardos eran las tierras que heredaron, que fue diezmada por el zar, quien comenzó a conceder las propiedades basadas en el número de servicios prestados al país.