Una bomba de dispersión radiológica, comúnmente llamada de bomba sucia, es un dispositivo muy simple que, como su nombre indica, dispersa material radiactivo.
Una bomba sucia es una combinación de explosivos con efecto de daño radioactivo. En términos de economía es una óptima opción, dado que es hecha de modo rústico y con materiales de bajo coste, por otro lado, ella no alcanza los mismos efectos de las demás bombas nucleares.
Principio de activación
Usar la expansión de gas como un medio de propulsión para el material radioactivo no pareció una mala idea para los proyectores de bombas. De esa forma, sería posible difundir material radioactivo por extensas áreas, pues es exactamente eso que la bomba de dispersión hace.
Cuando se suelta la bomba, el material radiactivo se propaga con gran fuerza y por lo tanto alcanza una distancia considerable. La nube de polvo que se forma es visible y, mientras son transportados por el viento, llega a un área más grande que la misma explosión.
La fuerza destructiva de la bomba está en la radiación ionizante del material contenido en ella. Las partículas alfa y beta, los rayos gamma y rayos X, constituyen tal efecto ionizante. Dicha radiación posee energía suficiente para provocar daños al hombre a largo plazo.