El arte moderno es el nombre de la expresión artística que surgió a finales del siglo XIX, en oposición a las formas clásicas: el romanticismo y el realismo. Estas expresiones artísticas incluyen esculturas, pinturas, literatura, arquitectura, música y fotografía.

Frente a la aparente modernidad desatada por la revolución industrial, los artistas de la época veían en esta situación la oportunidad para los nuevos cambios de actitud y pensamientos. Este cambio de actitud, a continuación, manifestó nuevas formas de arte que antes no existían o no eran consideradas como tales: la fotografía y el cine.

Significado del arte moderno

La palabra arte viene del latín ‘ars’ y está relacionada las representaciones sensibles de todo lo que es observado en el mundo real, o incluso imaginario. En la lengua española, la palabra está clasificada como sustantivo femenino, en el plural, artes, y tiene como sinónimos las palabras: talento, genio, facultad, aptitud, condición, disposición, inspiración, afición, vocación, destreza, habilidad, práctica, experiencia, maestría, primor, oficio, industria.

El arte moderno surgió en vanguardias, cuando los artistas plásticos, especialmente los pintores del movimiento llamado impresionismo, retrataban en sus manifestaciones artísticas las actividades cotidianas y figuras humanas.

La transformación del periodo en el que dominaban las artes clásicas, a una nueva forma de pensar, en este caso, la modernidad, no fue muy pacífica. Más bien, fue un período marcado por el caos.

Los artistas adeptos de la modernidad a principios del siglo XX consideraban superadas todas las formas artísticas desarrolladas durante el periodo clásico, su antecesor. Ellos defendían nuevas formas de pensar y actuar frente a las características ya establecidas por el mismo, tanto en ámbito cultural, como social.

Características del arte moderno

El arte en la edad moderna era hecho a partir de observaciones de las actividades cotidianas, que aumentaron y cambiaron sustancialmente debido a la Revolución Industrial. Los artistas exploraban bastante ese cambio, de hecho, ellos sentían la necesidad de explorar.

Estas nuevas actitudes contribuyeron a la aparición de diversos movimientos de vanguardia que abogaban por cambiar el mundo de una manera revolucionaria a través del arte.

Estas medidas estaban destinadas a resolver los problemas sociales y políticos causados por el cambio de periodo, en este caso, el clásico y conservador, hasta la modernidad.

Ellos organizaron el arte en los movimientos del impresionismo, el surrealismo, el expresionismo, el futurismo, el dadaísmo y el cubismo, además de otras vanguardias que defendían la misma causa.