Los amonitas, los amorreos, Amón o hijos de Amón corresponden a una de las antiguas civilizaciones que habitaron la región de la Mesopotamia.
Pueblo semita, los amonitas eran guerreros y conocidos por ser crueles y practicar actos de barbarie. La principal ciudad de esta civilización fue Raba-amón (actual capital de Jordania), de ahí el nombre del pueblo.
Además de ellos, muchos pueblos mesopotámicos habitaban la región: sumerios, acadios, asirios, hititas y caldeos.
Origen
Es probable que los amonitas emigrasen del desierto de Arabia alrededor del 2000 a.C., estableciéndose en la ciudad de Babilonia.
Historia
Desde que llegaron a Babilonia, los amonitas conquistaron varias regiones del Golfo Pérsico hacia el norte de Asiria (hoy Jordania y Palestina).
Bajo el mando del rey Hammurabi (1728-1686 a.C.) que dominó gran parte de la región, fundaron el Primer Imperio de Babilonia. La sociedad esclavista fue dirigida por un líder con posiciones hereditarias.
Poco a poco, Hammurabi logró unificar toda la región conquistada con el establecimiento de lo que se conoce como Código de Hammurabi o Ley de Talión, un conjunto de leyes de carácter social y económico que incluían el castigo de los ciudadanos.
Este estricto código de conducta se basa en el famoso dicho ‘ojo por ojo, diente por diente’, que según la acción, el acusado es merecedor de un castigo de igual valor.
La decadencia de esta civilización ocurrió con la invasión de otros pueblos de la Mesopotamia denominados de casitas e hititas. Estos últimos tuvieron varias armas de hierro e incluso caballos.
Moabitas
De acuerdo con la Biblia, tanto los amonitas como los moabitas son descendientes de Lot. Ambas hijas tuvieron una relación incestuosa con el padre naciendo los hijos Moab y Ben-Ami.