El viejo y el mar (Reseña)
Santiago, un viejo pescador cubano que había permanecido 84 días de pescas infructuosas, promete acabar con su situación de mal pescador. Su suerte cambia cuando encuentra mayor pez que pescará en su vida, más grande incluso que su propia barca. Después de tres días de lucha con el pescado en el Golfo de México, Santiago regresa para el puerto, cargando la razón de su lucha en un cadáver devorado poco a poco por tiburones.
Síntesis
Tras pasar casi tres meses sin pescar un sólo pez, visto por sus compañeros de profesión con burla, el viejo Santiago enfrenta la alta mar, en soledad, desde su pequeño bote. Queriendo probar a los otros y a sí mismo que todavía es un buen pescador, Santiago mostrará endereza y decisión en su viaje. Es en completa soledad que él mantiene una lucha de tres días con un pez gigante, un ser casi mitológico, que recuerda al ancestral literario, la ballena Moby Dick.
A medida que el combate se desarrolla, el lector va embarcándose en un monólogo interior de Santiago, en sus dudas personales, su angustia, sintiendo los músculos tensos, la boca salada y gusto de carne cruda, las manos húmedas de sangre. Finalmente, el pez cede a la fuerza del pescador. Pero la victoria no será completa, pues con la sangre son atraídos varios tiburones.
Novela madura de Ernest Hemingway, quien era un amante de las corridas de toros, El viejo y el mar (1952) se entiende como la mejor síntesis de su obra y de su visión del mundo.
Escrito en un estilo ágil y nervioso, con máxima depuración de la prosa periodística del autor, el libro explora los límites de la capacidad humana frente a una naturaleza voraz, donde todos los elementos están permanentemente en la lucha.
Las indicaciones literarias deben ser consideradas auxiliares y complementarias para facilitar la comprensión del autor y su trabajo. Para un mayor entendimiento se recomienda una lectura completa de la obra. Vea más resúmenes, críticas y análisis en el listado de resúmenes.