Cnidarios o celentéreos (filo Cnidaria) son organismos multicelulares que viven en ambientes acuáticos, siendo la gran mayoría marinos. Este grupo animal incluye a medusas, corales, anémonas de mar, hidras y carabelas.
El sistema digestivo de los cnidarios comprende una cavidad provista de una sola abertura, que sirve tanto para la entrada como para la salida de los residuos de alimentos. Este tipo de aparato digestivo es llamado incompleto o sacular. Al capturar el alimento, los cnidarios lo introducen en la cavidad digestiva, donde son parcialmente fraccionados por la acción de las enzimas y los nutrientes son distribuidos por todas las partes del cuerpo. El animal solamente vuelve a alimentarse después de eliminar los residuos.
Medusa: la medusa tiene un aspecto de un plato invertido, con la boca en posición inferior y los bordes equipados con muchos tentáculos. Presenta de 2 a 40 centímetros de diámetro y los más variados colores. Es móvil y posee el cuerpo bastante blando. Sus tentáculos no deben ser tocados, ya que pueden causar quemaduras graves.
Corales: los corales están constituidos por una gran cantidad de pequeños animales que secretan un exoesqueleto de carbonato de calcio. Muchos de estos animales producen verdaderas rocas, de las más variadas tipologías. En la zona litoral de Sudamérica se extiende una extensa área de arrecifes de corales, formados a lo largo de millones de años.
Anémonas de mar: son animales de forma cilíndrica, exclusivamente marinos, cuya base se fija en algún sustrato. En la extremidad opuesta presenta la boca, rodeada por tentáculos flexibles.
Hidras: las hidras habitualmente permanecen inmóviles, pudiendo ser confundidas con la vegetación, principalmente por el color verde de su cuerpo, el cual se debe a la presencia de algas verdes unicelulares en su interior. Movimiento sus tentáculos, capturan sus presas, entre ellas la pulga de agua (también llamada de dafnias o lías de agua).
Carabelas: las carabelas tienen una estructura fluctuante semejante a una bolsa de gas, con más de 20 cm de diámetro, de donde penden tentáculos de hasta 9 metros de longitud, que poseen células urticantes, que puede causar una dolorosa quemadura en la piel o hasta provocar la muerte de algunos animales.
